Personalmente no me gusta asociarme a ninguna marca, ya que reconozco que pocas me tienen 100% fidelizada. Sin embargo si preguntarais a la gente que mejor me conoce os dirían que la marca que mejor me define es Coca-Cola.

Suelo vincular la marca con esos cumpleaños infantiles en los que «solo por esta vez» nuestros padres nos dejaban beber Coca-Cola y atiborrarnos a patatas fritas. Muchos ya éramos unos temerarios y mojábamos patatas en la bebida y todo, si es que…

Algo que siempre me ha gustado es que la marca se ha asociado a positivismo, buen rollo y mucha simpatía. ¿Quién no recuerda ese anuncio de Coca-Cola de «Despedido»? En los tiempos que corren este video sonaría muy irónico… ¿Acaso ya habéis olvidado sus míticos spot de Navidad? Reconozco que uno de los anuncios que más me ha gustado ha sido este:

Porque sí, para mí Coca-Cola es esto, buen rollo, positividad y gente, nuestra gente.

Reconozco que he oído mil leyendas urbanas sobre esta bebida y mi abuela me repite constantemente que no tome tanta, bueno, hace unos años hasta tuve problemas de estómago y fue lo primero que me prohibieron… pero os podéis imaginar el caso que hice… Espero que mi madre no me lea…

Siempre he bromeado con que Coca-Cola debería darme acciones de todo lo que consumo o sacarme en sus anuncios pero hace unos días, recibí una llamada, era el responsable de la marca para darme las gracias por difundir mi pasión por esta bebida y hoy… he recibido un gran regalo…

Sí, así es, una caja de 24 botellas de Coca-Cola. Sé que muchos pensaréis que para la marca esto es insignificante, pero ¿y para mí? Como gran consumidora el hecho de que me regalen producto ¡ME EN-CAN-TA!

Hoy por hoy creo que Coca-Cola es una marca que no necesita publicidad de alguien como yo, ya que tiene suficiente repercusión en toda la población sin mover un dedo. De hecho si analizamos su estrategia de publicidad vemos que se centran en crear comunidad, gracias a concursos y demás acciones y sobre todo a hacer acciones espectaculares, porque parece que si Coca-Cola no lo ha hecho es que nadie ha sido capaz…

Puede sonar como un post de autobombo de la marca pero nada más lejos de la realidad, lo escribo para decir: «Gracias Coca-Cola, por acordarte de mí». Solo tengo una sugerencia… esas acciones que habéis hecho en lugares como Londres o Singapur y que te permiten interactuar con una máquina… traedlas a España que seguro que podéis alegrar a mucha gente aunque sea por un momento.

Y me despido citando uno de sus tweet: «Por cada minuto que estés triste, piensa que pierdes 60 segundos de felicidad».

¡Sed buenos!