
Ay amigos, qué ganas tenía de escribir este post y desahogarme un poquito porque hoy quiero hablaros de los clientes, sí sí, esos que te dan de comer pero que también te marean y te acaban provocando dolor de cabeza…
Pues bien, quiero enumerar los tipos de clientes que a mi parecer se convierten en imperfectos en el mundo del marketing online o que se mutan en un perfecto quebradero de cabeza:
1. Metomentodo: entiendo que si un cliente contrata a un especialista en social media es o bien porque no tiene tiempo para gestionarlo él mismo o porque no tiene ni idea. Pues bien, están los típicos clientes que cada paso que das lo cuestionan. Lo peor es que muchas veces es por desconocimiento o por miedo pero la realidad es que acabas perdiendo mucho tiempo y paciencia explicando el por qué de cada cosa.
Sin lugar a dudas este factor lo encuentro mucho más en pequeñas startups que en grandes anunciantes, quizá porque en el segundo caso suelen ocurrir dos cosas:
– El director de marketing tiene tantas cosas en la cabeza que jamás revisará nada de lo que mandes y confiará en ti.
– Al final es un profesional del sector y hablamos el mismo idioma.
Así que por favor señores clientes dejen trabajar a la gente. Me parece lógico que las marcas quieran saber a qué dedicas el tiempo que te pagan o revisar contenidos editoriales pero si cada propuesta es replanteada hasta la saciedad entonces estamos ante un cliente que no está preparado para delegar o un consultor de marketing pésimo.
2. ¿Objetivos?: si preguntas a cualquier cliente todos te dirán que quieren ganar más dinero. Que listos, ¡yo también! Pero hay que entender una estrategia de marketing en el conjunto. Siempre hay un objetivo principal y un par secundarios, por ejemplo:
– Objetivo principal: ganar más con mi ecommerce.
– Objetivos secundarios: vincularme al sector tecnológico y posicionarme bien en Google.
Pues algo que parece tan obvio no lo es para los clientes… Bueno y no voy a entrar en el briefing porque, ¿cuántos de vosotros habéis visto uno? Yo creo que el briefing es como los Reyes Magos, tienes que creer en que un día llegará pero nadie lo ve… Al fin y al cabo para los Reyes Magos tenemos fecha fija pero para el briefing…
3. Los despistados: siempre, siempre y reitero SIEMPRE que empiezo una campaña le digo al cliente que me indique todos los matices que sean relevantes para la acción. Por ejemplo, hay clientes que necesitan un tipo determinado de foto (por la asociación a su producto) o que no quieren que la campaña se vincule a ciertos temas. Pues bien, os sorprenderíais de la cantidad de veces que a pesar de preguntar cien mil veces y no decir nada, a mitad de campaña empiezan a quejarse. Pero, ¿acaso no te lo pregunté antes? ¿Acabas de darte cuenta? ¡Hay que cosas que debes prever!
4. Los indecisos: a estos no sé ni si meterles como clientes… Son los que te escriben, muy amables ellos, todo hay que decirlo, y te piden una propuesta. Muestran un interés exagerado que te hace pensar que o bien están muy interesados en tus servicios o se están enamorando de ti… y entonces… cuando ya tienes todooooooooooo cerrado, presupuesto, acción, timming… cuando básicamente sólo necesitas sus datos fiscales para empezar a facturar te dice que prefiere dejarlo o peor que finalmente no le encaja.
Estos concretamente me cabrean mucho… desde el principio sabes cuánto presu tienes y deberías tener claro lo que necesitas, entonces, ¿por qué mareas así? ¡El tiempo de la gente vale dinero! Pero nada… que no lo entienden…
5. Los ausentes: seguro que tenéis alguno así. Durante la puesta en marcha de la acción todo son emails, llamadas, feedback constante pero cuando ya está todo en marcha y necesitas su ok para por ejemplo aprobar un contenido editorial o la fecha concreta de un sorteo, nada… que no responde nadie…. Y ahí estás tú con el dilema de arrancar para no perder el empujón de la campaña inicial o perseguirle por todo el mundo para que te dé una respuesta.
Estos al final siempre se pronuncian justo en ese momento en el que ya estás a punto de colgarte con el cable del portátil.
De momento estos son los 5 clientes imperfectos que yo me he encontrado y tú, ¿conoces alguno más? Venga, cuéntamelo en los comentarios que te voy a entender seguro…
Y sobre todo, ¡paciencia amigos!