Nunca olvidaré la experiencia que viví gracias a J&B y la única forma que tengo de agradecer aquel día es a través de este post.
Aún recuerdo como aterricé en la página de Facebook de J&B España. Es lo que tiene ser community manager, lees muchos concursos y al final un día piensas, pues voy a participar, quizá tenga suerte.
El concurso de J&B consistía en explicar qué experiencia me había hecho tocar el cielo y el premio era bastante apasionante, una fiesta privada con tus amigos organizada por la marca. Reconozco que la pregunta con la que debía participar me conquistó y la respuesta la tuve clara:
Después de participar en su aplicación, reconozco que olvidé el tema y di por hecho que no ganaría. Pero un día J&B se puso en contacto conmigo y resulta que yo que nunca gano nada, había sido la afortunada. Ya veis, a veces ocurre algo o llega una marca y lo cambia todo…
Reconozco que me hizo muchísima ilusión. J&B iba a organizarme una fiesta con todos mis amigos y por las fechas que más o menos me indicaba la organización, era bastante probable que coincidiera con mi cumpleaños. ¿Una fiesta sorpresa para celebrar mis 28 añitos? ¿Qué más podía pedir?
Después de varios días de preparativos y de intriga, J&B me fue adelantando cositas: podía invitar a 9 amigos míos y a 10 personas relacionadas con el social media, amigos también por supuesto y grandes profesionales. La fecha elegida sería el jueves 31 de mayo, la misma semana de mi cumpleaños. J&B quiso mantener la intriga y no me dijo dónde sería mi fiesta sólo que me recogerían junto a mis amigos en el punto que yo indicara y así fue.
Aunque no lo parezca, fue difícil seleccionar a los invitados porque sabes que va a ser un momento bonito para ti y te gustaría que todos estuvieran pero no tienes plaza para cada uno de ellos. Así que opté por mis amigos de siempre, los mejores sin duda, los que siempre están en los momentos importantes de mi vida y los que no podían perderse esta sorpresa.
En cuanto a los colegas de social media, me hubiera gustado invitar a tantos tuiteros y gente que me ha aportado tanto a nivel profesional… pero sin duda mi sector estuvo muy bien representado para que no se escapara ningún tweet del Experiential Movement:
– @rbksaez
Como os decía un minibús me recogió junto a mis amigos a las 20:30 en el punto que yo les indiqué. Aún recuerdo cuando me acerqué al conductor y le dije, «oye, ¿eres de J&B?» y me respondió, «depende, ¿a dónde vas?». Le comenté dónde creía que podía ser la fiesta y me dijo «calla, se supone que es una sorpresa y no puedes saber nada…».
Algunos amigos iban a llegar más tarde y J&B les citó en el lugar de la fiesta. Durante el trayecto en minibús, muy entretenido por cierto, uno de ellos me llamó y me dijo: «Sandra, estoy en la dirección que me han dado y es una peluquería, esto debe estar mal…». Yo pensé… «ya se ha vuelto a equivocar….».
Cuando llegamos, entre que me despedía del conductor y demás bajé la última sin reparar mucho en dónde estaba ni lo que había montado, lo que aumentó mi sorpresa. Efectivamente era una peluquería, de las más cool de Chueca, donde habían cambiado los champús por botellas de J&B en sus estantes, la decoración sin duda estaba cuidada meticulosamente y eso que según pude saber tuvieron una hora escasa para preparar todo.
En la puerta había una alfombra roja para recibirnos y todos los miembros de la organización de J&B, además de un fotógrafo que no paró de disparar desde que me bajé del minibús.
Me hicieron entrar y sentarme en el photocall que habían preparado para la ocasión, decorados de J&B y sillas de peluquería súper monas. Yo posaba y mis amigos muy tímidos no se atrevían ni a entrar. Todo surrealista.
Poco a poco nos fuimos animando. La organización me explicó con lujo de detalles todo lo que había preparado para mí: tenía DJ con la música que yo había elegido, tenía catering, barra libre de J&B y refrescos, fotógrafo y a mi gente. Era todo tan perfecto…
Además tuve tiempo de charlar con los dueños de la peluquería y con las diferentes personas presentes allí que representaban alguna pata de J&B y debo decir que todos fueron muy atentos y consiguieron que mi día fuera increíble.
Sobre las 22 horas llegaron mis invitados de social media y la fiesta continuó. El momento mágico sin duda vino cuando bajaron las luces, pusieron la canción de cumpleaños feliz, que previamente yo había pedido para un amigo que cumplía años ese día, y me sacaron una tarta con el número 28. No me lo esperaba y fue muy emotivo. Confesaré que casi lloro…
Después de comer la tarta, bailamos, nos tiramos mil fotos, reí y fui muy feliz. Por temas de acústica la fiesta terminó a las 12 horas y el minibús me llevó a mi casa de nuevo con una sonrisa difícil de borrar y una botella J&B Colors, de edición limitada.
A decir verdad, yo soy la que suele organizar las fiestas a sus amigos, la que intenta sorprender siempre y confesaré que nunca había tenido una fiesta así y después de vivir todo lo que viví, debo decir que fue un día perfecto. No se trata de ser o no se consumidor de J&B sino de que una marca consiguió crear un momento mágico para mí y darme una de las mejores sorpresas de mi vida, por ello, GRACIAS de todo corazón.



